Transiciones Energéticas y lecciones sobre gobernar de las Geórgicas de Virgilio.
Se dice que Virgilio en su lecho mortuorio dictó lo que debía ser el epitafio en su tumba en Nápoles y dijo: Mantua me genuit; Calabri rapuere; tenet nunc Parthenope. Cecini pascua, rura, duces.
“…Cante a los pastos, a las granjas y a los líderes.”
Desde que leí en On Grand Strategy de John Lewis Gaddis que Augusto después de la batalla de Accio y la toma de Alexandria, en su regreso a Roma en el año 29 antes de la era común, pasó cuatro días escuchando a Virgilio leerle sus Geórgicas, me pareció realmente intrigante. ¿Por qué el ahora único e indiscutible líder de Roma, el hombre más poderoso del imperio pasaría días escuchando un “poema didáctico” sobre la vida agrícola? Para Gaddis la respuesta está en que Augusto cambiaba de una estrategia de navegación (hacerse del poder) a una de cultivar (gobernar). Siendo el amante de los clásicos que soy, decidí leer las Geórgicas para formar mi propia idea al respecto.
La idea de que aquel poema no solo trata sobre la vida agrícola, sino también de la política y el gobierno es algo en general bastante aceptado entre los clasicistas. Por ejemplo, leyendo la última edición de las Geórgicas publicada por Oxford World Classics, en la introducción, Elaine Fantham menciona en múltiples ocasiones como la intención de Virgilio en distintas partes de su poema es hacer referencia a la situación política en Roma después de la guerra civil, a la necesidad de reconstruir, de un gobierno que “cultive”. Esto se vuelve muy evidente en el libro cuatro, cuando habla sobre las abejas y su generosidad al poner el bien común sobre el individual. Sobre cómo el apicultor debe cuidar como construye sus colonias, como evitar conflictos, administrar sus migraciones, manejar su ambiente y seleccionar entre abejas reina competidoras. En forma alegórica Virgilio estaba diciéndole a Augusto y a sus lectores que debía gobernar Roma como un apicultor gobierna a sus abejas.
Así que ahora tiene sentido para mí que Augusto le dedicara tanto tiempo a tal lectura, no solo por la belleza y genialidad de la obra de Virgilio, más importante quizá, porque el nuevo amo de Roma ahora tenía una tarea aún más complicada que la de hacerse del poder, debía hacer buen uso de él.
Habiendo aclarado cuál es la conexión de las Geórgicas en todo esto ¿cómo se relaciona con la transición energética? No voy a negar que es algo aparentemente muy extraño pensar que Virgilio o su poema sobre la vida agrícola pueden decirnos algo sobre un tema de tanta importancia en nuestro tiempo, pero lo hace, porque tal como la agricultura de las Geórgicas, la transición energética necesita de un buen gobierno si algo bueno queremos cosechar.
Pero hay otra conexión menos obvia, pero que para mí se volvió obvia al leer una entrevista a Chris Goodall sobre transiciones energéticas y libros de historia de estas transiciones. En ella Goodall habla de como una forma de ver la transición energética es pensarla como un cambio entre formas de “minar” energía (la extracción petróleo, gas, etc.) y “cultivar” energía (las renovables). Al principio me costó trabajo entender la analogía, pero pensándolo bien tiene mucho sentido.
La transición energética que nos trajo la era del petróleo y del gas fue un cambio de un tipo de minería (carbón) a otra. La extracción de hidrocarburos es literalmente minería, de hecho, así la clasificamos en el sistema SCIAN. La extracción de hidrocarburos y la transformación de estos de fuentes de energía primaria a carriers utilizables (electricidad, el movimiento de un vehículo, etc.) requiere de una enorme centralización, de inversiones masivas en plantas transformadoras (termoeléctricas, refinerías, etc.) y de proyectos gigantescos de extracción (perforar pozos). Esto por la naturaleza de sus inversiones requiere de escalas grandes y por ello es un terreno que se presta de forma más natural a grandes corporaciones o a los gobiernos.
Por el otro lado, las renovables son más parecidas a la agricultura, primero porque algunas de ellas literalmente siempre han estado vinculadas con ella (el sol, el viento), segundo y más importante, por su naturaleza más descentralizada, de enormes variaciones de escala, desde una casa con un panel solar, hasta las grandes granjas solares o los molinos de viento en el estrecho de Öresund. Además, al igual que la agricultura, necesita grandes extensiones de terreno para producir cantidades de energía importantes para la sociedad (lo que MacKay llama “The return of the ‘areal’ energy economy” y Tony Wrigley llama “la competencia por espacio”). Esta mayor heterogeneidad de escala facilita la descentralización de la generación de energía, por ello, para controlar un sistema de energía basado en ellas (centralizar si se desea que el Estado lo haga) hace falta controlar la infraestructura de transmisión.
Qué las energías renovables sean tan heterogéneas en escala, hace que para que un país las pueda centralizar y administrar de forma apropiada a sus intereses, deba invertir muchos recursos en la planeación y desarrollo de redes de transmisión y almacenamiento. Requiere de una mayor coordinación para balancear la matriz energética, es decir, que requiere de grandes capacidades de administración y requiere de un plan para manejar la competencia por espacio, es decir dónde “sembrarlas”. Es esta característica la que hace puente con las Geórgicas de Virgilio, un poema didáctico sobre la vida agrícola que es en esencia uno sobre la planeación, administración y ejecución, el gobierno de una granja.
Este tren de pensamiento me remite de forma inescapable al tema de la transición energética y en general al gobierno en México. Todos los gobiernos, como los agricultores a los que instruye Virgilio, tienen alguna visión, observan la realidad, tienen algún horizonte de planeación, planean, ejecutan sus planes y luego cosechan sus resultados. En el camino sin duda enfrentan obstáculos y situaciones inesperadas. Los buenos gobiernos planean bien sin perder la capacidad de improvisar, se adaptan a los cambios sin perder la visión que tienen. Esto último es lo que me preocupa en el caso mexicano, no estoy seguro de cuál es la visión que como país tenemos respecto a la transición energética. Parece que no estamos observando los cambios en la industria energética del mundo, esto hace que no estemos planeando bien sobre el futuro y por ende que no estemos preparandonos y nuestra improvisación sea más de la necesaria.
Ideas como las que contiene la reciente iniciativa de reforma a la Ley de la industria eléctrica son problemáticas porque son contradictorias con la visión general de cualquier gobierno, el desarrollo. La transición energética en los próximos años representa en potencia una alteración radical de la estructura económica de los países, los cambios tecnológicos que están en marcha y los cambios energéticos en marcha en potencia serán una revolución industrial. Con estos cambios se abrirán las oportunidades de desarrollo más grandes que hemos tenido en México, pero no lo estamos viendo y no lo estamos planeando o quizá no lo vemos porque no lo queremos ver.
El agricultor de las Geórgicas planea sus cosechas con las estaciones del año, nosotros no estamos planeando para los cambios de estación en la economía global. Los gobiernos del pasado resultaron pésimos cultivando porque su visión no correspondia con las necesidades de la sociedad, el actual parece seguir en una lógica de navegación más que la del cultivo, aunque su visión general sea correcta, no planea y no ejecuta. En esto, la necesidad de pensar a futuro, planear, ejecutar e improvisar, está la lección de Virgilio para un buen gobierno no estaría mal ponerla en práctica.
Nos hace mucha falta en el país pensar en el mediano y largo plazo y como nos informó el INEGI en los resultados del último censo, la carrera por ser ricos antes de ser viejos está en marcha y se nos esta acaba el tiempo. El estado de la transición enérgetica en México es sólo un reflejo de lo poco que planeamos para el futuro.
Nota: Fui retado por mi editora a escribir un texto pequeño cada semana del año, es decir 52 textos en total. Este texto es producto de este reto, decidí aprovecharlo para escribir el tipo de cosas que pienso y que casi nunca publico. 1/52