Las muertes por Covid-19 en México en un contexto histórico
En el último par de días el acumulado de muertes durante el año de la pandemia se ha vuelto un tema de discusión agitado. Primero por la llegada en cifras oficiales al número de 200,000 muertes y los desafortunados comentarios del subsecretario de salud. Segundo por la publicación de la actualización de los datos de exceso de mortalidad que colocan el número de muertos atribuibles al Covid-19 por arriba de los 300,000.
Los debates sobre la cuenta oficial de fallecimientos van a ser algo rutinario en el mundo en el futuro previsible, las dificultades para cuantificar la perdida de vida en epidemias de enfermedades infecciosas es un problema común y la calidad de la información disponible varía significativamente entre países. Por esta razón es de esperar que los debates sobre la cifra serán comunes y que será un tema en el que se verán muchos intentos de estimación por parte de la academia y de las instituciones encargadas de las estadísticas nacionales en los países.
Pendiente todos los estudios y ajustes estadísticos que vendrán en el futuro, la cifra de 300,000 muertes sirve al menos para poner en contexto histórico la magnitud de la tragedia. En números absolutos significa que México ya se encuentra en el rango de muertes de la influenza de 1918–1920 que se estima mato entre 300,000 y 600,000 mexicanos. Claro el tamaño del país es muy diferente ahora, en 1918 México tenia 14.3 millones de habitantes y hoy tiene 127.5 millones.
En Pandenomics: Una Introducción a la Historia Económica de las Grandes Pandemias (Malpaís/UNAM) en uno de los apéndices del libro trato brevemente este asunto. ¿Cómo contextualizar el Covid-19 con nuestra experiencia previa?
Como muestra la tabla en el Apéndice II en la pagína 99 de Pandenomics, el México de 1918 tuvo una pérdida de entre 2% y 4% de su población, hoy en día 300,000 muertes representa el 0.0023% de la población. Para tener un costo demográfico semejante México tendría que registrar entre 2.55 y 5.1 millones de fallecimientos, alcanzar un número así al momento y afortundamente, parece poco factible, estamos muy lejos de una tragedia de esa magnitud. No obstante, aunque 0.0023% sea 8.7 veces más pequeño que lo registrado en 1918–1920 relativo a la población, sigue siendo el segundo choque demográfico más grande en los últimos cien años y uno de los más grandes en la historia independiente del país.
El demógrafo Robert McCaa (2003)*estimó que la combinación de la Revolución Mexicana, el año del hambre, la epidemia de tifoidea y la influenza le paso al país un costo demográfico de 2 millones de personas (contando fallecidos, desplazados y no nacidos) o 13.9% de la población de esos tiempos. Algo así no lo vamos a ver con el Covid-19 por al menos una razón muy evidente, la influenza de aquel tiempo afectaba sobre todo jovenes, la población entre 15 y 40 años moría mucho más que los más viejos. El Covid-19 es hasta cierta medida un fenómeno inverso con más viejos entre las victimas. Haciendo un cálculo de servilleta y tomando las estimaciones más elevadas de mortalidad hasta ahora (400,000–500,000) el costo demográfico se podría ubicar en un rango entre los 475,000 y los 550,000 o entre 0.0037% y 0.0043% de la población de nuestro tiempo**. Incluso si este número aumenta conforme la pandemia continue, es dificil pensar llegará a niveles comparables a los estimados por McCaa.
Dicho lo anterior, el segundo choque demográfico más grande en un siglo es suficiente para justificar una posición crítica frente a la situación de la pandemia en México. Es un número injustificablemente elevado y que debio ser menor con un mejor manejo tanto económico (invirtiendo dinero en mantener a la población inmovilizada más tiempo) y con mayor velocidad y mejor ejecución de algunas de las medidas tomadas. El hecho de que en los primeros 8 meses de la pandemía ocurrieran 92.5 mil muertes oficiales y en los siguientes 5 meses 107.5 mil, una aceleración, ilustra con toda claridad que existieron áreas de oportunidad para aprender lecciones importantes sobre que cosas hicimos bien y mal.
México fue uno de los países más afectados durante la pandemia de influenza de 1918–1920, las condiciones de la Revolución Mexicana y las dificultades de coordinación, ejecución y en general la falta Estado lo propiciaron. Hoy desafortundamente nuevamente somos de los países más afectados. Ojalá aprendemos de nuestra historia en esta ocasión ya que en el futuro con seguridad seguiremos teniendo pandemias. Esta experiencia debería servirnos para enfrentarlas sea en 10 años o en otros 100.
*McCaa, R. (2003). Missing Millions: The Demographic Cost of the Mexican Revolution. Mexican Studies / Estudios Mexicanos, Vol 19. №2, pp. 367–400.
**Nota, un demografo podría hacer una estimación detallada y más fidedigna al tomar en cuenta la mortalidad por cohorte de edad y sus niveles esperados de fecundidad, mi estimado es una simplificación tomando las muertes entre 20 y 44 años asumiento que el 50% de ese número son mujeres y usando 2.1 como el número de nacimientos por mujer.
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